20 noviembre 2007

Museo Torre Loizaga. (Galdames - Bizkaia)

El domingo día 18 nos fuimos a conocer la Torre de Loizaga y la exposición de coches que hay en su interior, es la única colección que tiene todos los modelos de la Rolls-Royce, además de otros modelos. No soy un maniático del automóvil, a mi con que funcione y me lleve donde quiero me vale, pero esta exposición de coches antiguos merece la pena verla, además de la torre y sus alrededores.

El museo consta de una impresionante, amplia y lujosa colección privada de coches clásicos de alta gama custodiados en una fortaleza de nombre Torre de Loizaga, situada en la localidad vizcaína de Galdames (a unos 34km de Bilbao). La fortaleza que data del siglo XIV alberga 75 coches de los que cuarenta y tres pertenecen a la afamada marca británica (Rolls Royce).Alguno de ellos incluso han pertenecido a dirigentes del pasado, como por ejemplo un ‘Phantom IV’ de 1955, que perteneció al emir de Kuwait y del que sólo quedan 17 unidades en el mundo, un ejemplar blindado de edición limitada que estuvo para uso y disfrute de Francisco Franco. Repartidos en seis pabellones, la muestra recorre los últimos cien años de la historia del automóvil de lujo.

El visitante encontrará : vehículos Fiat, Renault y Cadillac de principios del siglo XX, deportivos Porsche, BMW, Lancia, Mercedes, Aston Martin, Ferrari Testarossa, Lamborghini countach todos ellos en un estado impecable y en perfecto estado de conservación y funcinamiento.

Es un lugar de obligada visita para todo amante de los coches.

Por supuesto todos los coches están en perfecto estado de conservación y funcionan correctamente.




























Torre Loizaga-Castillo Concejuelo

17 noviembre 2007

Castillo de Butrón. (Gatika - Bizkaia)

Hoy a pesar del frio que hacia -1 grado me fui a sacar unas fotos a este fabuloso Castillo, aunque para mi gusto demasiado afrancesado, prefiero los rudos y tocos castillos Castellanos.

Historia

La historia de este castillo, que parece sacado de un cuento de hadas, se remonta al siglo XI, fecha en la que se construyó una torre típicamente medieval sobre la antigua casa de los Butrón, fundada por el Capitán Gamíniz en el siglo VIII en la Anteiglesia de Gatica, sobre el peñascal de Ganzorri o Gantzurritz.

En el siglo XIV la torre primitiva fue transformada en un castillo inexpugnable. Sobre sus muros flotó siempre el temido pendón de los Butrones, cabezas del bando Oñacino, los caudillos más famosos de la comarca y los más fuertes y pendencieros banderizos del País.

El castillo de Muñatones, que mandó construir sobre la antigua torre en Somorrostro el cronista Lope García de Salazar, en atención a su mujer doña Juana de Butrón y Mújica, que era hija del sexto señor de Butrón, se construyo tomando como modelo el de Butrón.

Su evolución viene seguida de toda una serie de leyendas que, unidas a la realidad, tienen como protagonistas las luchas entre dos familias de nobles, los Gamboinos, que eran los dueños del castillo, y los Oñacinos. La pelea se saldó con varios muertos. Con los Reyes Católicos, estas construcciones se convirtieron en las residencias habituales de los nobles, así, en el siglo XV, apareció la figura histórica de Enrique IV quien convirtió estos edificios en residencias habituales.

En el siglo XIX su primitiva forma medieval fue alterada. El Marqués de Torrecilla, don Narciso de Salabert y Pinedo, último propietario de las ruinas de Butrón, con las rentas que le producían los caseríos que poseía en Bizkaia, mandó reconstruir el castillo con un estilo exótico, similar a los que en Baviera levantó el romántico y desgraciado rey Luis de Baviera. El castillo fue planeado por el Marqués de Cubas, inspirado en formas góticas, nórdicas y fantásticas, inventándose almenas, cubos y ventanas. El maestro de obras fue don Nicomedes de Eguiluz y de la decoración escultórica se encargo Adolfo de Areizaga. La lenta reconstrucción, limitada a los requeridos ingresos de las rentas, comenzó en el siglo XIX y terminó a principios del siglo XX, en tiempos de don Andrés Avelino de Salabert y Arteaga, Marqués de Torrecilla. Después de éste, el castillo pasó a los Duques de Medinacelli y luego a la Duquesa de Cardona.

El castillo de Butrón constituye uno de los edificios-fortalezas más destacados de Vizcaya. La impresionante visión de este edificio elevándose hacia el cielo le otorga un aspecto impactante. Toda la obra es de grandísima solidez como así lo demuestran sus muros de 13 pies de espesor. Destacan dos cubos circulares de gran grosor y con multitud de vanos. La torre del Homenaje, los chapiteles y los garitones aportan al edificio un matiz decorativo. La torre del homenaje data del siglo XIX, y se eleva por encima de todo el edificio.

Con la reconstrucción realizada en el siglo XIX, el castillo se convirtió en un apiñado conglomerado de cubos y torrecillas que se alza en medio de un frondoso parque. De las antiguas ruinas sólo se conservó la planta baja de uno de los torreones.

El castillo se encuentra rodeado por un amplio parque con especies botánicas, lo que le da un aspecto paradisíaco. Está enmarcado en un bosque de robles junto a un pequeño río que va a desembocar a Plencia. Todo esto, unido a su forma propia que recuerda a los palacios centroeuropeos, le otorga un aspecto de palacio sacado de un cuento.

















Alrededores del castillo.










Fotos sacadas con una "SONY DCS - T 200"